Mary Henry (Candace Hilligoss) es
víctima de un accidente automovilístico; desde un puente colgante su vehículo
se ha precipitado a un río. Horas después, Mary aparece sola y desorientada en
un banco de arena. En seguida notará que el mundo que le rodea ha cambiado. La
línea que separa a los vivos de los muertos se hace cada vez más borrosa. Es
entonces cuando aparecen… ellos.....
Original
película de terror, de serie B. Dicha serie no es sinónimo de mala calidad,
simplemente se trata de películas con un menor presupuesto y por ello con
actores menos reconocidos.
Al haber menos dinero en muchos de los casos, y a
las pruebas me remito con este título, la imaginación es su mayor aval.
La película mantiene en todo momento una atmósfera de tensión y desasosiego. No es para nada una película gore, simplemente resulta inquietante con el argumento, la música, y los juegos de sombras. Todo sumamente sencillo, pero eficaz.
La película mantiene en todo momento una atmósfera de tensión y desasosiego. No es para nada una película gore, simplemente resulta inquietante con el argumento, la música, y los juegos de sombras. Todo sumamente sencillo, pero eficaz.
Convincente y destacable la protagonista Candace Hilligoss; una actriz únicamente reconocida por este papel, aunque luego haría otra película de terror en 1964, “La maldición del cadáver viviente”, pero esta última ya es otra historia y tuvo mucha menos repercusión.
Después de 50
años, el guión ya no resulta una sorpresa. El espectador intuye con claridad la
situación de la protagonista apenas pasados los quince minutos.
Pero como el
terror no necesariamente se nutre de finales a base de golpe de efecto, en "Carnaval..." las fuerzas motoras se centran pura y exclusivamente en el período
de transición que sufre la protagonista.
Bien es cierto
que la historia en ocasiones resulta algo ingenua, pero a su favor diré que en
otras, el aura de misterio e incertidumbre traspasa la pantalla y se hace cuasi
palpable del otro lado.
No es habitual
encontrar este tipo de películas, precursoras de tantas ideas nuevas que de una
manera u otra se desarrollarán más tarde, con mejor o peor fortuna en muchas
películas actuales de suspenso.
Lo que está claro es que se hizo en una época
en que empezaba el "vale todo"; los grandes estudios se tambaleaban,
la censura también, y los jóvenes de la época querían entrar en este mundillo
del cine, como fuera.
Si bien, no es
una película para morirse de miedo, es una película que logra transmitirnos un
suspenso, acerca de la historia de la protagonista. Con un final a la altura
del resto, me atrevería a decir que nos encontramos con una de las primeras
grandes historias del género fantasmal.
Una película
diferente a lo que acostumbramos ver hoy día. Y supongo que fue una gran
experiencia para el año en el que se rodó.
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