Michael Dorsey es un actor
neoyorkino sin éxito. Además, en los círculos artísticos tiene fama de
conflictivo. Como su mala racha no se acaba, un día toma una importante
decisión para reafirmar su condición de buen actor; decide presentarse a un
casting para el papel de una mujer en una telenovela muy popular, disfrazado y
maquillado como tal.
Gracias a su talento,
consigue el papel sin que nadie sospeche que en realidad es un hombre. Pero
su nueva identidad le traerá no pocas complicaciones en su vida diaria, a
partir de ése momento.
La verdad es que la película
fue una grata sorpresa, ya que, en lugar de estar llena de clichés sobre la
llamada “lucha de sexos”, o de situaciones muy explotadas en las comedias del
estilo, me encontré algo entretenido y original.
La película, a su vez,
defiende los derechos de una mujer de carácter en medio de una sociedad
machista, que simplemente ve a la mujer como un ser inferior y sexual, sin poder
ser ésta una mujer independiente e independiente del hombre, una brindis a la
mujer independiente.
Eso sí, el problema del film
es que su feminismo apasionado es un poco atropellado, en su intento
efervescente de demostrar que las mujeres están a la altura de los hombres
termina por caer en un recurso que me parece incoherente.
Es muy tierno que un hombre
encuentre su lado femenino y se dé cuenta de que las mujeres merecen el mismo
respeto que los hombres; pero el hecho de que este hombre sea el impulsor del
movimiento liberador femenino es lo contradictorio.
Da a entender que las
mujeres no se pueden autodefender y necesitan a este hombre para que les dé el
impulso necesario.
No sé cómo sería en su época, pero la situación esta en la que un hombre se trasviste me resulta muy típica, como si la tuviese ya muy vista.
Sin embargo, con Dustin Hoffman es difícil que no te guste.
Dejando aparte al protagonista, que cumple sobradamente como casi siempre, al respecto
a los demás actores, todos contribuyen con sus actuaciones al buen hacer del
filme.
El mejor amigo del
protagonista (Bill Murray) que mira con escepticismo y aburrimiento la doble
vida de su amigo. Su representante (Sydney Pollack) que está cansado de la
tozudez de su representado e intenta aconsejarle de la mejor forma posible.
La atractiva compañera del
rodaje (la bella Jessica Lange), madre soltera que toma como una amiga al
personaje interpretado por Hoffman, pero con la que cada vez tiene una relación
más complicada.
Todos y cada uno contribuyen
en la trama, que consigue fluir de forma agradable sin recurrir a enredos y
líos exagerados, y que tiene un final muy adecuado con las personalidades mostradas.
“Tootsie” en realidad nos habla de muchas
cosas, como la dificultad de encontrar trabajo para centenares de actores, del
escaso nivel de las telenovelas, de las complejas relaciones entre hombre-mujer
y por supuesto de lo semejantes y a la vez diferentes que somos los dos sexos.
El director y actor Sidney Pollack
realiza una película memorable que cada vez que se vuelve a visionar, transmite
la fuerza individual y la importancia de pensar por uno mismo.
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