Con la tecnología de Blogger.
RSS

Hairspray (1988): Delirantes años 60, bajo el peso de la Laca


Durante los años sesenta, una joven adolescente regordeta ve cumplido sus sueños de ser famosa, cuando hace acto de presencia en el programa televisivo de Corny Collins, un dj local. 

En Baltimore es una auténtica estrella, y todo el mundo en la ciudad le adora, gracias a su carisma. 

Mientras tanto, las tensiones raciales producidas por la discriminación del show hacia los afroamericanos comienzan a crecer.

Estupenda película de John Waters ("Pink Flamingos"  o "Female trouble"), uno de los mayores precursores del cine trash (cine basura). 

En esta ocasión nos brinda con una película que brilla por su ironía, su denuncia social y una estupenda BSO, ambientada en la America racial de los 60 con un plantel de estrellas insuperable: Sonny Bono, Deborah Harrison, Divine, Ricki Lake.

De toda su filmografía, a “Hairspray” se la suele considerar como la película más accesible, para la mayoría de la audiencia. 

Es un sensible cuento de hadas moderno, reconstruido sobre la nostalgia e ingenuidad de los 60.

Cinicamente uno puede afirmar que eso no es la fama real , pero el contagioso clima de ingenuidad que destila la película (e impregna al público) hace que compremos la idea.

Amén de que los días de antaño (quizás no fielmente recordados), nos hacen creer que antes todo era inocente y feliz.

Con una gran maestría Waters empieza a meter pinceladas acerca de lo que realmente trata el film (la discriminación, y específicamente la racial), mientras nos muestra este mundillo ideal lleno de personajes carismáticos.

Con la inclusión del tema racial, Waters se mete en un terreno arriesgado, pero sale triunfante. Los malos son castigados, los buenos triunfan y las causas justas prevalecen. Será una historia demasiado ideal para la época en que se desenvuelve el film, pero completamente digerible dentro del contexto de la película.

Lo que realmente engancha de Hairspray es su atmósfera contagiosa, plena de humor, toques sentimentales y algo de mala leche. 

Es una troupe de personajes que caen simpáticos y villanos de cartón pintado. La ropa, los autos, la música... las situaciones.

La actuación de Ricki Lake es abrumadora, pero los secundarios no se quedan atrás; entre ellos, destaca Sonny Bono y la "musa" del director hasta entonces, Divine. 

Es un mundo ingenuo, superficial, colorido, inocente hasta la médula... siempre y cuando estén en su propia burbuja.

Hairspray es una comedia que encima, viene con moraleja. No importa lo ideal que sea el mundo, siempre hay una realidad mucho más amarga que se esconde en sus cimientos. 

En todo su carnaval colorista, John Waters se las ingenia para despacharse con un fuerte mensaje contra la discriminación y triunfa, simplemente a fuerza de puro carisma.











  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

La Soga (1948): El Juego de Matar

 


Un acogedor apartamento para estudiantes ricos dónde dos de ellos, Brandon (John Dall) y Phillip (Farley Granger), asesinan a su compañero de piso David Kentley (Dick Hogan), momentos antes que lleguen el resto de invitados a una fiesta donde se va a echar de menos al cadáver.

La audaz perspicacia de un antiguo profesor, Rupert Cadell (James Stewart) empezará a indagar en la idea de que al quien se echa de menos está más muerto que vivo. Éste astuto criminólogo sostiene que el crimen perfecto no existe, aunque ellos se han propuesto demostrar lo contrario. 

Alfred Hitchcock, es considerado no solo uno de los cineastas más brillantes, también uno de los mas importantes en la historia y todo un mago a la hora de sorprender al espectador.

Se adelantó a lo que permitía la mecánica de entonces grabando todos los 80 minutos de la película en planos secuencias divididos, casi imperceptiblemente; solamente por la imposibilidad de las cintas de entonces, de grabar más de 10 minutos consecutivamente (se habla del año 1948). Es lo más parecido a ver una obra de teatro en tiempo real.

“La soga” es una película corta, pero intensa. En escasa hora y cuarto suceden muchas cosas, unas interesantes, otras cómicas, y alguna aterradora... pero todas ellas necesarias para completar la historia.

La película tiene un armazón argumental bastante escaso y prácticamente a la media hora ya se sabe todo lo que va a ocurrir. 

De todas formas este aspecto es lo de menos, ya que el interés reside, como en este director es costumbre, en como desarrolla la historia.

Hitchcock se sale de lo convencional para contarnos una historia sobre dos jóvenes asesinos, uno de ellos es arrogante y cree firmemente en la superioridad de algunos hombres sobre otros, el otro es un miedoso y un tanto estúpido, acentuando que no es precisamente un ser superior.

¿Qué responsabilidad tiene el que teoriza, sean cuales sean sus ideas, sobre las interpretaciones que otro les dé? Hitchcock nos hace pensar sobre el peligro que tienen las ideas, en un principio inocuas, en la mente de alguien peligroso. 

Como dice el personaje del profesor: alguien con instinto criminal. 

Las interpretaciones están todas pasables, excepto la pareja de estudiantes protagonista, que es a mi parecer donde cojea gravemente la película.

John Dall resulta cargante y sobreactuado en sus gestos, y Farley Granger demuestra que es un actor muy plano (siempre con esa cara de estreñido) al que le queda muy grande un personaje con esos dilemas morales.
Además, creo que ambos revelan información aún sin que nadie los fuerce demasiado a ello, lo cual convierte a la película en un folletín por momentos. 

El papel de Stewart le va como anillo al dedo, ya que representaba la cordura, lo ético... Sus personajes eran intuitivos e inteligentes. En definitiva su personaje es clave en este film y Hitchcock se aprovechó de ello.

“La Soga” no deja de ser un curioso experimento de "Hitchcock", que sale finalmente a flote, gracias al buen hacer y maestría de este director.





  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

Rocky Horror Picture Show (1975): Culto a la Libertad y al exceso




Los años setenta llenaron el mundo de sana locura, y esta película es un claro ejemplo de como dejar de tomarnos en serio. Tan fascinante como difícil de definir.

Provocadora y con canciones increíblemente pegadizas, mucho sentido del humor y una alta parodia a las películas de terror de los años 30 y al cine de serie B. Sea como fuere, este cacao fílmico cumple con creces con su cometido.

Cuando una pareja (Susan Sarandon y Barry Bostwick) regresa de la boda de unos amigos, estalla una violenta tormenta y el coche se les avería. 

Así las cosas, no tienen más remedio que refugiarse y pasar la noche en un castillo, donde su anfitrión el doctor Frank-N-Furter  (Tim Curry), vive entregado a la fabricación de una especie de Frankenstein.

Con respecto a un guión y una historia, pues prácticamente no lo hay, pero personalmente nunca me había hecho falta menos un argumento "serio" para ver una película.

De hecho, creo que la escasez de trama (o, por lo menos, de trama coherente) es positiva en el sentido de que refuerza el estilo anárquico y despreocupado que es la base de su espíritu transgresor

En cuanto a las actuaciones, la mayoría son bastante aceptables y buenas. Tim Curry en el mejor papel de su carrera, interpretando a un villano transexual, y una joven y sorprendente Susan Sarandon, haciendo de heroína-tonta. 

No cabe duda de que esta película sin Tim Curry no hubiera sido ni la mitad de lo que es, mientras que si reemplazamos el resto de actores por otros, tiene pinta de que sí que seguiría siendo lo mismo, gracias al talento descontrolado de Tim Curry para esta interpretación.

Increíblemente cutre y absurda. Aún hoy en día, cuando la sexualidad y la libertad para vestir como nos de la gana ya no son tabú (o no deberían serlo), esta película sigue rompiendo barreras.

Tal vez haya una intención subyacente a propósito de los deleites carnales del ser humano y su incondicional promiscuidad. 

No se me ocurre nada más en cuanto a mensajes subliminales en este musical tan particular.

Cuando todo acaba y saltan los títulos de crédito, no tienes ni idea de que has visto, pero sin duda se queda en tu cabeza. Y es que es eso: ese descaro, esa libertad desmedida, el encanto de unos decorados y unos efectos especiales tan retro... resultan un esperpento entretenido.





  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

El Principito (1974): La Vida, disfrazada de Niño



Adaptación del cuento homónimo del escritor francés Antoine de Saint-Exupery. Un piloto que tiene que hacer un aterrizaje forzoso en el desierto del Sahara se encuentra con un pequeño príncipe, procedente de otro planeta, que le enseña a descubrir y comprender el sentido de la vida.

"Le Petit Prince" resulta un cuento muy ácido sobre los pensamientos que se nos ocultan con los años por la sociedad, sobre como la aceptación por parte de los demás nos limita la imaginación, y sobre como dicha imaginación es la forma más sencilla de conseguir muchas cosas, entre ellas la felicidad.

La historia es un subliminal mensaje para los niños sobre los males de nuestra sociedad, lo que les espera cuando sean mayores, la avaricia, la codicia, la vanidad, el egoísmo, el no saber disfrutar de los placeres de la vida, contraponiéndolos con la pureza de pensamiento de un niño.

Esto lo aprenderá El Principito viajando por el Universo, buscará el Sentido de la Vida, visitando planetas y haciendo preguntas a los seres que va encontrando, ejemplos de las taras de nuestra sociedad. 

En la Tierra conoce a la Serpiente (Genial Bob Fosse), un sibilino ser que representa la muerte, también al Zorro (Gene Wilder) que le enseña el sentido de la amistad.

Por último conocerá a un hombre, El Aviador, el alter ego del escritor que refleja a los adultos que han perdido la inocencia, que solo creen en lo que ven.

Realmente la historia en si es muy buena, irónica y contempla aspectos originales como la existencia de diferentes planetas con características particulares. 

El personaje del niño es entrañable, si necesitas una película que sea paranoica, esta es la ideal llena de momentos bucólicos y alargados pueden producir la risa. 

Es de apreciar la forma en que el director anima la película, personificando a los personajes más importantes (El Zorro, La Rosa, La Serpiente..), e incluyendo números musicales que amenizan la película, haciéndola menos tediosa y más divertida.


Para mí, es una adaptación cinematográfica tan fiel al libro que apenas se diferenciaba de la idea que tenía en mi cabeza de cada personaje, del transcurso de la historia e incluso de los sentimientos que experimenté al leerla.

Una película capaz de trasladarnos a un mundo donde no hay sitio para los números, donde la columna que sostiene la realidad está formada por la imaginación de los niños.



  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

Rebelión en la Granja (1954): La Ambición de Poder corrompe a todas las especies



Estamos en la Granja Manor, en la Inglaterra de los años cincuenta. Hartos de los maltratos que les da el brutal granjero Jones, todos los animales se unen en una violenta rebelión que excluye a todos los humanos: ha nacido la Granja Animal. 

Pero el entusiasmo se torna en decepción cuando los cerdos, con el dictatorial Napoleón a la cabeza, asuman el control de la revolución y, amparados por un fanatizado ejército de perros asesinos, instauren la tiranía y el terror en la naciente mini-república.

Algunos animales comprenden, demasiado tarde, que sus porcinos líderes son tan o más despóticos que el borracho Jones. Primera película de animación basada en la novela del escritor británico George Orwell e inspirada clara y paralelamente con el régimen comunista en la antigua Unión Soviética de Jósef Stalin en el momento en que se rodó. 

Se cuenta en clave de metáfora, la historia de una granja a causa, en la que, debido a lo mal que su dueño la lleva y cuida, los animales con los cerdos a la cabeza, deciden rebelarse y hacerse con el poder, echando al dueño. 

Al final se dan cuenta que lo único que han cambiado es una dictadura por otra; se sobreentiende que la granja es la Unión Soviética y el líder cerdo Stalin. 

Como es natural, a la hora de adaptar una novela a la gran pantalla hay cosas que se pierden por el camino, ya sea en acontecimientos, como en personajes. 

Sin embargo, la esencia sigue siendo la misma. Los creadores de esta cinta cambiaron el final, para adaptarlo al público infantil y sin saberlo, adelantaron lo que décadas después realmente sucedió. 

Es una genial película de dibujos, para adultos. Demuestra con mucha crudeza, que el poder corrompe y el querer ser iguales unos a otros realmente es difícil, sobre todo cuando una "oveja negra" (en este caso un cerdo) se sale de la norma, y se crea su propio ejército. Resulta fascinante la transformación de algunos animales, la evolución de los mismos en el tiempo, y su "humanización".

 La película presenta un claro manifiesto reivindicativo contra el autoritarismo, la corrupción, la manipulación y la traición de unos principios y leyes establecidos. 

Y que unos animales, en concreto unos cerdos, que en principio juraron defender estos principios, acaban por violarlos para explotar al resto de una granja, y en consecuencia obtener sólo beneficios para su especie en concreto. 

Así, cada personaje representa a una persona o clase social específica participante en la Revolución Rusa. 

Tenemos entonces camuflados en esta cinta animada de animales a: Stalin, Karl Marx, Lenin, Nicolas II, Trotsky, proletarios, campesinos, intelectuales, la iglesia ortodoxa y la policía secreta.  También se trasmite en la película el obvio pesimismo en que su autor vivió en sus carnes, a lo largo de su vida y que expresa con toda intensidad.

Su repulsa contra los sistemas de gobiernos manipuladores y autoritarios; que sobreviven y se mantienen en el poder explotando y oprimiendo a los más pobres mediante el uso de la propaganda y la mentira. 

Si hay algo importante que se demuestra en esta película; es que la unión hace la fuerza, y se ve como los animales se unen para luchar con lo que creen que es injusto. 

Aunque es muy triste pensar, que esta película de 1954 (basada en una novela de 1945) a día de hoy sigue en radiante actualidad.... y es que siempre habrá cerdos en el poder y gallinas que se dejan gobernar.







  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

El Crisol (1996): Las Infamias de la Sociedad



En 1692, en la puritana ciudad de Salem (Massachussetts), un grupo de chicas es acusado de practicar la brujería. Una de ellas, Abigail Williams, procesada por esta razón, presenta a su vez cargos contra John Proctor y su esposa Elizabeth para vengarse de ellos: cuando fue su sirvienta quien tuvo una aventura con John, que acabó rechazándola para volver con su mujer. 

Un baile prohibido es el detonante de un baño de acusaciones de brujería entre los habitantes de éste poblado, que harán lo posible por salvar el pellejo, viendo como su honor y dignidad son sometidos a prueba, ante la posibilidad de salvar sus vidas.

Relato ambientado en la época en la que las supersticiones y las creencias en la brujería, dieron paso a una persecución implacable, en la que las acusaciones podían suponer la condena y muerte directa del acusado. 

Estamos en el siglo XVII, y la lujuria reprimida por un falso moralismo, se desbocaba en grupos de jóvenes, que estaban dispuestos a liberarse de sus ataduras. 

Cualquier alusión al diablo, comenzó a servir de excusa para que la Santa Inquisición – que era la que realmente invocaba a Lucifer con sus acciones de cada día – aprovechara para reprimir aquellos actos de rebeldía que entonces se consideraron herejes.

Se detenía a los acusados – en una alta mayoría, mujeres jóvenes y bonitas – se les torturaba y se les hacía confesar, aunque tan sólo fuera para no seguir aguantando las torturas y las violaciones de que eran objeto por los emisarios de la iglesia.

Así perecieron cientos - quizás miles - de bellas jóvenes que sólo ambicionaban ser libres y dueñas de sus emociones. Y esto ocurrió en numerosos países de Europa.

La historia ofrece un claro y apabullante paralelismo con la caza de brujas que se vivió en la época del senador McCarthy, plasmando la histeria e hipocresía que inunda a las personas, que son capaces de cualquier cosa por salir ilesos.

Y qué decir a estas alturas de un actor como Daniel Day-Lewis, que parece haber nacido para el papel de John Proctor (impagable en el momento de la confesión de su secreto al tribunal, y en toda la secuencia final, una de las más demoledoras que servidora ha visto).

O de Winona Ryder en su buena época. La actriz tiene a su cargo el papel más desagradable de la obra, el de Abigail williams, un auténtico monstruo sediento de venganza que se gana desde su primera aparición el odio del espectador.

Y ella lo borda, personificando su desquiciamiento y su falta de escrúpulos. Todo lo contrario que la muy dulce y adorable Joan Allen, no menos perfecta como Elizabeth Proctor.

Lo curioso e inmortal de la obra y el texto de Arthur Miller es que recurriera a este hecho pasado para contar una realidad presente. 

Y lo más doloroso de todo es que mucho tiempo después de los hechos originales y de la escritura de la obra, los inocentes aún mueren en el mundo, el nombre de Dios aún es puesto en boca de humanos para defender intereses personales o para acusar diferencias ajenas.

Aquellos que luchan por su honor y su vida (palabras demasiado grandes para muchos hoy en día) son ajusticiados (o “injusticiados”, inventándome la palabra) por las mentes que controlan el cotarro, por aquellos que disfrazan de verdad su arribismo y de dignidad su arrogancia.


La locura colectiva que tanto abunda en nuestra sociedad actual, es lo que alimenta las posturas fascistas en todos los ámbitos de la sociedad: En el fútbol, en la política. 

Es una película higiénica que nos ayuda a comprender ciertas actitudes de las masas. Hoy la caza de brujas, como decía, se continúa dando en muchos ambientes con la mayor naturalidad y con el beneplácito de nuestra actitud hipócrita. 





  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS