Al poco tiempo de perder a su
esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una
joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven
se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia
habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que
todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca.
El director británico,
creador de un universo propio, consiguió someter al público a las emociones
menos improvisadas de la historia del cine.
Desde sus primeras películas
realizadas en su natal Inglaterra, Hitchcock se distinguió por su interés en
extraer la máxima expresividad del lenguaje cinematográfico, tanto a nivel visual
como sonoro.
Más tarde en los Estados Unidos, a raíz del éxito de “Rebeca”,
comenzó a realizar verdaderas proezas cinematográficas.
"Rebeca", para
empezar tiene el mérito de tener por protagonista a una mujer que no aparece ni
una sola vez en todo el metraje y, por si fuera poco, pone nombre a una prenda
de lana, que hasta entonces se llamaba simplemente chaqueta de punto. Aparte de
eso, la pelicula mantiene el interés plano a plano hasta el final con su dosis
de amor, humor y perversión.
"Rebeca" es ciertamente una
película especial. La historia realmente atractiva, adapta una obra exitosa
escrita por Daphne du Maurier, aunque introduciendo algunos cambios en la
escritura del guión, para obtener más suspense.
También resulta notorio que
la película envejece mal debido a unos personajes demasiado estereotipados y
clasistas de la época que impiden por completo que el espectador logre
identificarse con la protagonista y con el calvario que está sufriendo.
Por suerte el film atesora muchísimas más virtudes, que la hacen merecedora de ser consideradas una de las mejores películas de su director.
Con respecto a las
interpretaciones, aunque Rebeca es el personaje sobre el que gira toda la
acción y la segunda señora de Winter la presunta protagonista, en realidad es
la siniestra ama de llaves, interpretada por una increíble Judith Anderson, el
personaje que más huella deja en el espectador, como alguien obsesivo con el
recuerdo de la fallecida señora De Winter.
Laurence Olivier como siempre
está genial pero no es una de sus grandes interpretaciones; Joan Fontaine (con
un cierto parecido a Ingrid Bergman) está muy bien como la nueva señora De
Winter; timida, apocada e incluso sumisa.
Una vez más Hitchcock centra
su atención en trastornos de la conducta, como hará posteriormente en algunas
de sus mejores obras posteriores.
Ver por primera vez una
película de Alfred Hitchcock siempre es una experiencia inolvidable. Pero
además en el caso de ‘Rebeca’ es reconfortante comprobar que el paso de los
años la ha tratado sorprendentemente bien y que es posible disfrutar con ella
como el primer día.
0 comentarios:
Publicar un comentario