Con la tecnología de Blogger.
RSS

El Silencio de Los Corderos (1991): Mi Querido Psicópata



Esta película es parte ya del inconsciente colectivo. El personaje de Hannibal Lecter ha trascendido (independientemente de las secuelas) a ser parte de la cultura popular de los últimos tiempos. 



Y fue gracias, no solo a la extraordinaria interpretación de un, por aquel entonces, desconocido Anthony Hopkins, sino por la narrativa tanto de Thomas Harris como del director Jonathan Demme.


Además, permitió la proliferación de thrillers que seguían más o menos la misma fórmula, hizo del asesino en serie un personaje casi imprescindible en el 50% de las películas a rodar y dio lugar a varias secuelas e incluso precuelas (para suerte del bolsillo de Hopkins). 


La línea argumental trata de una agente del FBI en prácticas, Clarice Sterling (Jodie Foster), que sueña con su ascenso para convertirse en lo que realmente desea. Es mandada al psiquiátrico de Baltimore para tratar de hablar con el psiquiatra y asesino Hannibal Lecter (Anthony Hopkins). 


De ahí que empiece una relación misteriosa entre ambos; ella se sentirá necesitada de él para sacar conclusiones sobre la pista de un asesino en serie llamado Buffalo Bill, mientras que él buscará penetrar en la mente de la agente y encontrar su ansiada libertad.


Cabe destacar la relación del personaje de Clarice y Hannibal Lecter; un intercambio psicológico de ambos, para que cada uno llegue a sus metas correspondientes. 


El beneficio angular que obtienen a base de unos diálogos perspicaces son lo mejor de este título. Y es que, la agente y el psicópata caníbal, entablan unas conversaciones con unas reflexiones y críticas de una profundidad asombrosa.


Aquí no se busca tanto la profundización del villano en particular como suele pasar en otras películas, sino que aprovecha más el aspecto del vínculo entre los personajes principales.


Anthony Hopkins interpreta por primera vez a uno de los asesinos más temibles en la ficción, resultando espectacular por la serie de gestos que nos regala y su creíble actuación. Es tan penetrante su mirada en cada plano que da auténtico terror. 


Lo mejor es como se consigue que un personaje así te cautive y te provoque tal atracción sin dejar de mostrártelo como un monstruo terrible. Eso sí, un monstruo con sus propias “reglas morales”, culto y leído, melómano, y perversamente inteligente.


Jodie Foster saca el mayor partido a su personaje sabiendo de la dificultad que representa. Logra bordar el papel de agente novata del FBI vulnerable, sensible, con miedo y frustración, estando a la altura de Anthony Hopkins, tarea nada fácil.


La fotografía sucia y enfermiza, el guión adecuado y preciso, la dirección pausada, con tino y frialdad, y los papeles inolvidables del dueto protagonista y los secundarios, son las principales... e inolvidables bazas de esta angustiosa y clásica película.


Es cierto que la película ha perdido parte de su capacidad para impactar y conmocionar de la cual disponía el día de su estreno, pero, aunque así sea, más de 20 años después, continua provocando algunos escalofríos y continua interesando. Tiene de todo y no le falta casi de nada, siendo muy dinámica a pesar de su duración.







  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario