Conrad acaba de salir del hospital después de haber
intentado suicidarse a raíz de la muerte de su hermano en un accidente.
Mantiene una relación muy tensa con su madre y vive atormentado por
sentimientos de culpa.
Aunque visita todas las semanas a un psiquiatra, no se
siente a gusto hasta que conoce a una compañera del coro y empiezan a salir juntos.
Ordinary people", primera película dirigida por
Robert Redford (con una no muy extensa, pero interesante filmografía), está
basada en la novela del mismo título de la psicóloga estadounidense Judith
Guest.
La autora, que había tenido en su despacho a un buen
número de adolescentes, sintió que las crisis familiares que suelen darse entre
estos y sus padres, daban para unas interesantes historias.

Yendo
formalmente a contracorriente del cine de la época, por su ritmo soegado, y sin
aspavientos, consigue conectar con las únicas herramientas de la palabra y los
silencios.
Las actuaciones son un punto a favor, Timothy Hutton en
una composición magistral, dando vida al personaje más acomplejado por la
desgracia, en parte por sentirse culpable, y por otro lado por la etapa de su
vida en que se produce esta pérdida. Merecido su Oscar como mejor actor de
reparto.
Mary Tyler Moore y Donald Sutherland consiguen hacer
creíble cada escena del filme, y aportan la cuota de experiencia para darle a
la cinta el toque aplomado y sobrio necesario para este tipo de filmes.
Me gustó mucho cómo están retratados cada uno de los
personajes, muy bien caracterizados, interactúan en un argumento solvente y
sólido desde el aspecto lógico.
La mayor virtud de la cinta es que es realista. Es el
retrato de una familia que se cae a pedazos fruto de una tragedia pasada, y de
un joven que no consigue salir de la depresión en la que se encuentra sumido,
víctima de su propio hundimiento, culpa y desolación.

Porque ellos, con su
tragedia, y a pesar de todo, no son más que eso, gente corriente.
Gente corriente de clase media-alta, que llena sus vacías
vidas con lujos y caprichos (teatros, fiestas) que no palian la pena que
sienten en el fondo.
Película muy recomendable y de visión obligada para
entender un poco de las relaciones familiares, pues en toda familia se esconden
dramas a la luz del día o a puertas cerradas.
Puede que después de verla, echemos una ojeada a nuestra
propia familia y nuestros pequeños dramas.
0 comentarios:
Publicar un comentario