Isaac
Davis, un neoyorquino de mediana edad tiene un trabajo que odia, una novia de
17 años a la que no ama y una ex esposa lesbiana a la que desearía estrangular,
porque está escribiendo un libro, en el que cuenta las intimidades de su
matrimonio.
Cuando
conoce a Mary, la sexy y snob amante de su mejor amigo, se enamora perdidamente
de ella. La idea de dejar a su novia, acostarse con Mary y abandonar su trabajo
supone para él el
El gran mérito de Allen,
no sólo en esta película sino en toda su filmografía, consiste en huir del cine
consumista, destinado básicamente al escapismo, y en lugar de eso, entrar de
lleno en los temas que el gran cine ignora voluntariamente.

Una
historia sin villanos, y sin un objetivo claro que perseguir, salvo la
evolución y desarrollo de diversas relaciones sociales.
La madurez a la que se
exponen sus personajes, el cambio, las oportunidades que van y vienen, como si
toda la película fuese una estación de trenes, que no tienen retorno.
Según tengo entendido el propio Woody
Allen declaró que él estaba haciendo una y otra vez la misma película, y en
cierto modo no le falta razón.
Por ese motivo cuando llegas a
"Manhattan" después de haber visto parte de su filmografía la
historia que plantea, puede resultar poco fresca, y sin mucha dificultad puedes
ir anticipándote a lo que va a suceder.
Por tanto la valoración de
"Manhattan" vendrá condicionada, por el número de películas que hayas
visto del director con anterioridad.
Woody Allen retrata a
esta ciudad, como un pequeño sitio del planeta donde se representa perfectamente
la sociedad del día; una donde nadie está conforme con lo que tiene, que
necesita estar en constante cambio, confundida por el ajetreo y el estrés
rutinario, donde las apariencias son más importantes que los interiores, donde
incluso los círculos intelectuales deben estar al día con lo mejor, y hacer
trizas al que no quiera adaptarse.

Los actores son todos estupendos. La siempre neurótica pareja Woody Allen – Diane Keaton funciona a la perfección. Aderezada eso si, con la dulzura del personaje de Mariel Hemingway y los lios amorosos de Michael Murphy.
Es cierto, puede que
resulte lenta y en algunos tramos, demasiado; que me haya quedado con
quinientas dudas sobre los aspectos intelectuales, que poca gente comprenderá
fuera de Bergman o Van Gogh. Pero hay que reconocer que "Manhattan"
va más allá de los aspectos cualificativos del cine.
A los que califican esta
película u otras de Woody Allen de resultar pedantes o en exceso intelectuales,
y que quieren hacernos sentir como tontos, personalmente creo que no es así.
Al contrario: creo que
lo que desea es llevar el arte, el conocimiento y las opiniones a todos y cada
uno de nosotros. Romper con las críticas especializadas y establecidas que dictan
un juicio y un gusto únicos, y que sintamos por nosotros mismos, nos propone,
nos exige y se exige a sí mismo.
0 comentarios:
Publicar un comentario