La acción tiene lugar en un barrio suburbano de clase mediabaja de Nueva Jersey, a lo largo de varios meses. Narra la historia de Dawn Wiener (Hetaher Matarazzo), de 11 años, que vive un difícil tránsito de la infancia a la pubertad.
Con complejo de fea, es marginada y rechazada por sus compañeros y compañeras de colegio. En su casa, es tratada con desafecto y desdén, mientras ella trata de salir adelante en busca de su amor ideal.
Aunque ahora odia la escuela, ella no se amedrenta, y cada tanto da muestras de un firme carácter que la mantiene incólume en un medio hostil que diariamente, se ensaña con ella.
Abundan los toques de humor negro y negro/marrón. El film es, sobre todo, un retrato apasionado en favor de los débiles, los sufridores, las víctimas, los marginados y los humillados.
Es una catarsis de sentimientos amargos de infancia del realizador, de quien Dawn es su "alter ego". La imagen de ella guarda gran parecido con la de él.
La película mantiene el tipo en la difícil tarea de conjugar el drama cotidiano con la comedia más políticamente incorrecta.
Y lo hace sin que el mal gusto sea el denominador común de la narración (por muy reprochables o inmorales que puedan ser algunos de los actos perpetrados por los personajes, que los hay).
Lo que me sumerge en la historia es la familiaridad que me provocan algunos aspectos de los personajes, de su psicología. Tengo la impresión de haber sufrido algo similar, o por lo menos haber temido sufrirlo, tanto en el caso de la victima como en el caso del agresor, que siempre se mezclan en la misma persona.
Y es precisamente el ahondar en el sufrimiento, sufrido y provocado, lo que me aporta un cierto morbo al ver esta película.
Y es precisamente el ahondar en el sufrimiento, sufrido y provocado, lo que me aporta un cierto morbo al ver esta película.
¿Me recuerda que también yo me convierto en agresor cuando me siento agredido?, probablemente, ¿es por eso que esta película se me hace cruda y difícil de digerir?, probablemente, ¿es por que me sirve para darme cuenta de eso y que me pueda ayudar a evitarlo por lo que me gusta?, probablemente.
La película es un ejemplo de la nociva etapa de la adolescencia, tan fundamental como maldita en este caso, que se sirve de una suerte de "freak" (muy bien Heather Materazzo, aunque algo difícil de empatizar con el personaje); para ser una hora y media de cine intrínsecamente duro, incómodo.
Una comedia sin ninguna gracia, una revisitación actual y subversiva de la vieja historia del patito feo (demasiado actual hoy día, aunque no queramos verlo ni reconocerlo).
La peli es imprevisible en cuanto a aceptación, al menos para mi. Necesito estar a tope, con las pilas cargadas y de buen humor, porque de lo contrario me hunde. Así pues, creo que en función de nuestro estado de ánimo, reiremos con su ácido y venenoso humor, o entristeceremos con su patetismo
Quizá la mejor manera de disfrutar una película así, es no tomársela en serio en ningún momento.
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