Hispanoamérica, siglo XVIII.
La acción se desarrolla en la jungla tropical próxima a las cataratas de
Iguazú. Allí un misionero jesuita, el padre Gabriel (Jeremy Irons), sigue el
ejemplo de un jesuita crucificado, sin más armas que su fe y una flauta. Al ser
aceptado por los indios guaraníes, Gabriel crea la misión de San Carlos.
Hermosa película que supone
un alegato al trabajo realizado por los jesuitas en la evangelización de Sudamérica;
quienes sin más armas que la fe, llevaron a cabo la encomiable tarea de
cristianizar a unos indígenas, hostigados por españoles y portugueses en el
tráfico de esclavos.
El estreno de "La misión" parecía que traería, por fin, la realización de películas sobre la colonización iberoamericana. Un futuro cargado de historias de conquistas, resistencias, traiciones, ocaso de culturas, choque de civilizaciones..., todo un nuevo género aun no explotado.
El estreno de "La misión" parecía que traería, por fin, la realización de películas sobre la colonización iberoamericana. Un futuro cargado de historias de conquistas, resistencias, traiciones, ocaso de culturas, choque de civilizaciones..., todo un nuevo género aun no explotado.
Más de un cuarto de siglo
después sigue siendo una de las pocas incursiones que ha dado el cine sobre esa
parte de la historia.
Dentro del ámbito de la
filmografía pocas obras nos pueden hablar de forma tan inspirada de temas como
la culpa y la redención, las luces y sombras de la sociedad humana, como lo
hace “La Misión”.
Es en definitiva la trágica lucha de un hombre de fe y un hombre que logró escapar de su infierno personal por una visión imposible, que se desvanece inexorablemente en los fuegos de la traición.
Considero que esta película muestra como eje principal, la posición de la iglesia ante el Estado y frente a la población indígena, justificando lo que sea necesario para mantenerse evangelizando.
Es en definitiva la trágica lucha de un hombre de fe y un hombre que logró escapar de su infierno personal por una visión imposible, que se desvanece inexorablemente en los fuegos de la traición.
Considero que esta película muestra como eje principal, la posición de la iglesia ante el Estado y frente a la población indígena, justificando lo que sea necesario para mantenerse evangelizando.
También muestra las
contradicciones y debates durante la evangelización indígena como agente
determinante en América, la evolución de la población indígena frente a la
colonización, así como también la sensibilización de algunos misioneros en
favor de la causa indígena.
Además se destaca la
resistencia y resguardo de los indígenas sobre su cultura y territorio del cual
fueron despojados sin tomarlos en consideración como individuos de una sociedad
propia de esas tierras.
Esta es una película que
apela a la espiritualidad del espectador, a través de escenas de gran carga
emotiva y estética.
Decir que la película posee
un ritmo pausado, y proporciona un gran placer estético. Su historia es dura
pero está rodada con una gran sensibilidad, y su banda sonora resulta muy
acorde, con el espíritu poético de la película.
Robert De Niro y Jeremy
Irons están inconmensurables. Son dos personajes muy distintos. El primero es
un aguerrido mercenario capaz de asesinar a su hermano por celos y el segundo
es un pacifista convencido cuya actitud está guiada por el amor a Dios.
Que para algunos esta
película resulte algo sobrevalorada y pretenciosa… pues quizá, para qué nos
vamos a engañar. Pero la intención creo que es buena, y a veces hay que
arriesgarse haciendo historias así.
La película en definitiva,
es una oda al amor y al arrepentimiento, con la Iglesia de por medio ofreciendo
las dos caras opuestas que han ofrecido a lo largo de la historia; con sus
misioneros iluminados por la fe del Señor y sus obispos y cardenales vendidos a
los quehaceres políticos y mercantiles.
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