Un transportista americano destinado en Irak, Paul Conroy (Ryan Reynolds), es secuestrado y enterrado en un ataúd con la única ayuda de varios utensilios como un teléfono móvil o un mechero.
Desesperado y mientras se va asfixiando, se da cuenta que sólo le queda la ayuda de su país, a miles de kilómetros de donde nadie sabe que se encuentra, para pagar el rescate.
Hay
que tener mucho valor para atreverse a dirigir semejante locura que
muchos calificaron de irrealizable. También hay que tener en cuenta
la importancia del sonido, la iluminación y el fuera de campo en un
film con un solo personaje y un solo escenario.
”Buried”,
para mí, es un ejercicio de tensión y crítica. Tensión porque
capto la desesperación e impotencia de un humilde hombre atrapado en
una situación que no buscó, y que busca el remedio para salir de
allí.
Es
en este aspecto cuando Ryan Reynolds se transforma en Paul Conroy y
sabe transmitir lo que siente su personaje, lo que es importante para
un actor cuando interpreta un papel.
Ahora es cuando se puede decir, que Ryan Reynolds si puede hacer buenos papeles porque lo acaba de demostrar.
Por otro lado, veo crítica hacia los organismos poderosos, los intereses y la violencia reinante en este mundo y lo hace de manera sutil.
Queda claro que la película es una crítica encubierta a la política de muchos países: un civil no tiene valor ninguno.
Todo ello rodado en un espacio reducido. La historia no necesita de más complejidad (también porque es difícil de conseguir dentro de un féretro), y se mantiene toda ella en el personaje.
Ahora es cuando se puede decir, que Ryan Reynolds si puede hacer buenos papeles porque lo acaba de demostrar.
Por otro lado, veo crítica hacia los organismos poderosos, los intereses y la violencia reinante en este mundo y lo hace de manera sutil.
Queda claro que la película es una crítica encubierta a la política de muchos países: un civil no tiene valor ninguno.
Todo ello rodado en un espacio reducido. La historia no necesita de más complejidad (también porque es difícil de conseguir dentro de un féretro), y se mantiene toda ella en el personaje.
Por eso, el espectador se solidariza con Paul Conroy, y sufre con él. He ahí uno de los fuertes del film: la íntima relación entre público y personaje.
Hay que tener mucha confianza y muchas ganas para hacer que una película semejante tuviera éxito. No creo que un director del montón hubiera sabido que hacer con este proyecto.
Rodrigo
Cortés se la ha jugado y lo ha conseguido. Lo que significa que
estamos ante un director que puede dar grandes obras para el mundo
del cine, un cine al que él ha dado una vuelta de tuerca.
Como
notas negativas, debo decir que la película es distraída, pero no
da con el tono suficiente. Hay ciertas incongruencias (o desatinos)
en el desarrollo/planteamiento de algunos diálogos.
El
propio atractivo de la película (alguien encerrado en una caja), se
convierte también en su inevitable limitación, y es que el guión
está cargado de situaciones que intentan hacerla emocionante,
tratando de que no se vuelva monótona.
Aún
obviando los debates tipo "cuanto tiempo dura un mechero y la
batería de un móvil” o "hasta cuando debería durar el
oxigeno", la película cuenta con algunas escenas ridículas,
totalmente gratuitas, y sin nada que aportar a la trama.
Además, sobran momentos demasiado facilones, que buscan la lágrima inmediata en el espectador.
Además, sobran momentos demasiado facilones, que buscan la lágrima inmediata en el espectador.
No obstante, “Buried” es una demostración de que hacer buenas películas no depende únicamente de un enorme presupuesto o un larguísimo elenco de actores; sino de que con poca cosa y mucha imaginación se puede hacer una película notable.
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