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En el Estanque Dorado (1981): Saber Envejecer



Un conmovedor e inspirado retrato acerca de la vejez y sus consecuencias sobre el espíritu, interpretado por una pareja de actores en estado de gracia aunque un poco cursi por momentos.

Un matrimonio de edad avanzada, Norman y Ethel (Henry Fonda y Katherine Hepburn), pasan sus vacaciones en un hermoso lugar llamado el Estanque Dorado. Norman, que siempre ha sido una persona capaz y activa.

Tolera mal los impedimentos que le supone ser ya una persona de edad avanzada, con un proceso de demencia incipiente pero evidente. 

Su mujer trata de restar importancia a estas pequeñas contrariedades, apoyando y ayudando en todo momento a su esposo.

En un momento dado, de manera inesperada aparece Chelsea (Jane Fonda), la hija de los Tayler, con su nueva pareja, quienes además traen con ellos a un adolescente que entablará con el anciano una relación muy particular, debido al choque generacional que se produce entre ambos.

Pronto fruto de una “convivencia forzada” para nada fácil se irá dando un aprendizaje mutuo entre el anciano y el adolescente, donde el octogenario irá “rejuveneciendo” y el adolescente irá madurando, ya que cada uno aportará su forma de ser para contribuir en el otro.
Es un filme que muestra el temor inconsciente que sienten las personas mayores a la muerte, la cual los acecha en cada paso que dan. 

Es también una película que muestra en cierta forma la disfuncionalidad de una familia en lo que se refiere al trato entre el padre y su hija, el cual estuvo siempre marcado por la aspereza que genera el trato despectivo, la filosofía de vida pesimista, el autoritarismo, el malhumor y la agresividad constante en la forma de hablar.

El estanque dorado es una película entrañable, realizada en un entorno que sin ser demasiado espectacular invita a vivir en ese lago, en esa casa, en ese entorno, sin duda, el lugar hace mucho, la ambientación es maravillosa.

Hablar de las actuaciones es decir que tanto Katharine Hepburn como Henry Fonda logran dar vida a una pareja de ancianos en forma sobria y realista, lo normal para dos actores con mucha experiencia y aplomo a la hora de los registros dramáticos. 
Jane Fonda sale bellísima como siempre, aunque en un papel muy secundario.

Creo que esta película pretende darnos a entender que hay esperanzas de que los ancianos, los de mediana edad y los jovencitos logren percatarse de que no pertenecen a mundos tan distantes. 

Considero que los autores han dejado de profundizar con realismo en las relaciones personales porque lo que realmente quieren es poner luz a un conflicto generacional bastante abstracto.


En la película se observa como con un poco de convivencia se reducen a polvo barreras que en un comienzo parecían infranqueables. 
Se nos intenta decir que los ancianos son seres que sufren y padecen (un mensaje que se echa de menos en la actualidad) y que saben más de nosotros de lo que creemos.

Muchos la califican de burdo telefilm, de dramón televisivo. Es cierto que la parte dramática es tan intensa que puede hacer aflorar los prejuicios de algunos pero son solo eso: prejuicios. Así que si tu, amigo/a lector de este blog los tienes, sacúdetelos y disfruta de ésta historia.





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