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¡Qué Ruina de Función! (1992): La vida es puro teatro

 
¿Qué es ser actor? Actor es ser aquello que no eres y aparentar serlo, al menos un buen actor es aquel que no pierde los papeles, y el mejor actor es el que mejor sabe aparentar. Y todos los actores de esta divina comedia son los mejores. 

Cada uno de ellos interpreta dos papeles, el propio de la película y el que va asociado a la obra de teatro de que trata la película. Todo un reto para cualquier actor.


En el lapso de poco más de hora y media, el director Peter Bogdanovich, plasma el microcosmos de la farándula de la que él mismo participa. Miedos, dudas, celos ambición, piedad, traiciones, whisky y . . . un plato de sardinas. 


El guión es realmente excelente y nos habla de una compañía teatral que está intentando poner en marcha una obra, “Noisses Off” (En Cueros). Asistimos a los ensayos de la misma y a la posterior gira que realizan en diversos teatros de Estados Unidos.



La película se divide en tres partes:


- La primera: se ve el ensayo de luces a unas horas del estreno, y en él se conoce a los personajes y sus relaciones, y como la obra está cogida con pinzas, esperándose un desastre total al día siguiente.


- La segunda parte: a pesar de todos los pesares, la Obra se estrena bien y nos sirve para conocer cómo es en realidad la Obra original. 

Se centra en lo que ocurre entre bastidores durante una de las representaciones, meses después del estreno; y uno puede ya apreciar el caos enorme que existe entre los actores y el odio que sienten entre ellos. 


- Tercera parte: las relaciones entre los actores se han deteriorado hasta tal punto que llevan todo ese caos al escenario en una función. Todos ellos pasan de todo, de sus interpretaciones, del texto, de TODO, para mostrar sus enfados y riñas ante el público.


Se exige mucho ingenio, mucha planificación y mucha coordinación para rodar una historia así, lo mismo pero tres veces, con una decena de personajes que van y vienen y se atropellan. 


El peso del film se reparte entre todos siendo un conjunto muy sólido y equilibrado; me sería muy difícil destacar a uno más que otro, ya que todos son imprescindibles y complementarios (Michael Caine, Carole Burnett, Christopher Reeve, Nicollete Sheridan, John Ritter…). 


Los gags son graciosos, muy graciosos (Caídas, equivocaciones, enredos). 

El segundo acto, aunque no puedo negar que se inspira en el cine mudo, lo hace a su manera y en una época en que es más fácil apoyarse en el sonido. 

Es un momento genialmente actuado donde los actores, para evitar que se les oiga, actúan prácticamente con gestos y muecas, ya que esta parte transcurre detrás del escenario.


Insisto, mantiene el ritmo, es divertida, retrata muy bien unos personajes, si bien es cierto que desde la parodia, pero ¿quien dice que eso no es un genero? 

Desarrolla las relaciones personales en un espacio reducido de manera extraordinaria y muestra las pasiones que mueven los hilos de la gente a la perfección.


Como curiosidad, mencionar que la obra de teatro en la que se basa la trama de la película, estaba escrita inicialmente como posible obra de teatro, pero al autor le pareció que quedaba un poco desaprovechada y pensó cómo discurrir esas situaciones para darle un punto diferente. 

Así que la repitió 3 veces, cada una más hilarante que la anterior.

En resumen, la película podría considerarse, el mejor homenaje al teatro que se puede haber hecho jamás en el cine.


 

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