Sin duda, un buen ejemplo de lo que era el cine de Kubrick: provocador, visceral, obsesivo. Esta gran película no te dejará indiferente; te hará pensar las cosas, las consecuencias de los actos; mira a la sociedad desde su lado más chabacano y sangriento, despierta a los indiferentes y sobre todo logra escandalizar a personas del mundo entero.
La naranja mecánica trata de una futurista Gran Bretaña, dónde Álex y sus drugos (una banda de jóvenes delincuentes), salen cada noche para disfrutar de la ultraviolencia y saciar su apetito sexual violando a indefensas mujeres.

Pero un día se le presenta la oportunidad de acortar su estancia presentándose como voluntario a una nueva terapia, con la que después de dos semanas la maldad ya no existirá dentro de su ser. Y así es.
Tras el duro tratamiento, Alex ha pasado a ser una persona pacífica, bondadosa, incapaz de hacer daño a nadie.
Pero también es incapaz de defenderse, además de estar inutilizado para escuchar a su compositor favorito (Beethoven), por que lo relacionaba con sus acciones violentas; una victima rehabilitada sin conciencia propia.
Es tal la terapia que el pobre Álex, al menor signo de violencia siente nauseas y unas ganas terribles de morirse. Pero la sociedad no ha olvidado, y los muchos crímenes que cometió, se cobrarán su venganza.

Aquí también aprovecha Kubrick para cargar las tintas contra las instituciones, y sobretodo contra la incapacidad de las mismas por reeducar y reinsertar personas que están al margen de la sociedad.
Kubrick nos habla directamente sobre la forma en que la violencia está enquistada en la sociedad, y que se transmite de unos a otros, sin que el Estado pueda hacer nada para remediarlo. A lo largo de todo el metraje vemos a todo el mundo ejerciendo la violencia de una forma o de otra.
Es la propia sociedad la que "produce" tipos como Alex, los cuales, luego no sabe como controlarlos, si no es utilizándolos como policías o para sus propios ejércitos, o bien atajando de raíz esos instintos.

Todo esto hace de ella, una obra provocadora, probablemente no apta para todos los públicos, y más una fabula macabra sobre la inadaptación en la sociedad.
La actuación de Malcolm McDowell, con un estilo sátiro, cruel y algo demente; le permite dar vida al protagonista; uno de los personajes mas increíbles que haya dado el cine. Consigue que no puedas separar actor de personaje, ni quieras. Tan pronto llegas a odiarlo, como a identificarte con él.
Una gran película por la que Kubrick recibió amenazas de muerte, que fue censurada en muchos países hasta que él falleció; con un gran protagonista como uno de los mejores villanos del cine, y que ha dado a conocer el típico símbolo de la naranja en todo el mundo.
No es una película fácil, ya que muchos sólo se quedaran con las escenas desagradables e incómodas. Para poder entender este filme hay que tener un cierto grado de madurez, es un raro ejemplo de película que exige que el espectador realmente piense.
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