Años 30, grave
crisis en EE.UU., nadie tiene nada que perder y gente que no tiene donde caerse
muerta se apunta a un maratón de baile por parejas casi circense que tiene como
premio final 1.500 dólares. Para ello deben aguantar días y días bailando (o al
menos sin parar de moverse) sin apenas descanso.
Todo para el
divertimento de un pueblo deprimido por su situación, una excusa barata para
disfrutar del sufrimiento de los demás, organizado por gente sin escrúpulos.
Gloria (Jane Fonda), una persona fría, cínica y desencantada de la vida, acude al concurso pero antes de apuntarse su pareja es descalificada. Un dubitativo y tímido Robert (Michael Sarrazin) es instigado por la organización para que le acompañe, cuando éste observaba desde la entrada.
Con la supresión del archifamoso código Hays había llegado el momento a finales de los sesenta de presentar otra realidad distinta de la que hasta entonces se nos había mostrado. Es cuando empezaron a filmarse películas muy valientes, con gran carga de autocrítica que hasta entonces eran impensables.
Gloria (Jane Fonda), una persona fría, cínica y desencantada de la vida, acude al concurso pero antes de apuntarse su pareja es descalificada. Un dubitativo y tímido Robert (Michael Sarrazin) es instigado por la organización para que le acompañe, cuando éste observaba desde la entrada.
Con la supresión del archifamoso código Hays había llegado el momento a finales de los sesenta de presentar otra realidad distinta de la que hasta entonces se nos había mostrado. Es cuando empezaron a filmarse películas muy valientes, con gran carga de autocrítica que hasta entonces eran impensables.
Todo esto del
baile, que visto así parece muy festivo (y cualquiera diría que la película
trata sobre quién va a ganar el concurso y poco más), se va enturbiando, según
se nos van presentando los personajes y la crueldad del concurso se va
imponiendo.
Este salvaje y
denigrante evento sirve de entretenimiento a cientos de espectadores morbosos
que se entretienen con el sufrimiento de los participantes, tras horas y horas
de baile sin parar. Todo es un gran circo, pero un circo de horrores.
Encontramos una impactante y cruel historia sobre la pobreza y la desesperación. Gran parte de la culpa de la grandeza del film reside en un fenomenal reparto encabezado por Jane Fonda, a la que acompaña un gran plantel de secundarios: Gig Young, Susannah York, Red Buttons... El único que no me convence es Michael Sarrazin, carisma cero.
Encontramos una impactante y cruel historia sobre la pobreza y la desesperación. Gran parte de la culpa de la grandeza del film reside en un fenomenal reparto encabezado por Jane Fonda, a la que acompaña un gran plantel de secundarios: Gig Young, Susannah York, Red Buttons... El único que no me convence es Michael Sarrazin, carisma cero.

Un escenario sórdido
disfrazado de curtida fiesta en donde las alegrías aparentan falsedad frente a
una realidad cruel, conforma el marco de este magnífico drama de personajes,
que luchan desesperadamente para sobrevivir; y hasta cuanto puede llegar el
límite de su resistencia para conseguir su propósito.
Cada uno de
ellos tiene sus miserias, su modo optimista o no, de ver la vida con un futuro
no muy esclarecedor debido a las consecuencias de un “crack” económico.
La película esta
lejos de ser perfecta, pero es tan perturbadora en tantos sentidos importantes
que la hace difícil de olvidar, que es más de lo que se puede decir de mejores
y más consistentes películas.
Un excelente
largometraje, sin concesiones al público, y sin un final feliz que tranquilice
a nadie, es un film triste, duro, a veces cruel, a menudo desgarrador, y sin
esperanza. Como la vida misma.
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