Película que narra un hecho real de la década de los años 20. En
aquella época en el llamado "juicio del mono" se juzgó a un profesor
de escuela (Dick York) de una pequeña ciudad del estado de Tennessee, por
enseñar la teoría de la evolución de Darwin, prohibida en el Estado donde
enseñaba. El profesor es apresado y encarcelado por ir en contra de los ideales
de la creación del mismísimo Dios.
El profesor Cates encuentra la ayuda de un periódico de Chicago
que mediante la ayuda del periodista E. K. Hornbeck (Gene Kelly) contratan al
prestigioso y agnóstico abogado Henry Drummond (Spencer Tracy), que a su vez
tendrá como oponente por la fiscalía a Matthew Harrison Brady (Frederic March),
afamado estudioso de las santas escrituras, y varias veces candidato a la
presidencia estadounidense.
Comprobaremos como no solo este profesor es rechazado por el
pueblo donde vive, sino que consigue poner hasta a su prometida y a su futuro
suegro en su contra, por su forma de pensar.
Esta película, como todas las películas comprometidas, tiene un transfondo ideológico potente. Dependiendo de la posición que tome cada uno en el debate fe-razón puede sentirse más cómodo o no viendo este filme.
Esta película, como todas las películas comprometidas, tiene un transfondo ideológico potente. Dependiendo de la posición que tome cada uno en el debate fe-razón puede sentirse más cómodo o no viendo este filme.
También hay que contextualizarla en la época en la que se realiza,
pocos años después de la "caza de brujas".
Y es que en esta película, se resaltan de una manera magistral dos
conceptos: La defensa del individuo y su libertad de expresión, y el peligro
que la sociedad y sus estereotipos pueden suponer ante una idea
"políticamente incorrecta" pero científicamente cierta.
El director, toma partido por la defensa del profesor joven, que
se atreve a enfrentarse a los poderes establecidos (el clérigo, el alcalde...),
para enseñar en libertad. Para ello utiliza los recursos que el cine le
proporciona, para marcar sus tendencias en la pantalla.
El gran Spencer Tracy ejerce de abogado, un personaje que repite una vez más y donde su don de gente y sus dotes de sensacional actor, nos dejará una magnífica interpretación.
Por otro lado tenemos a Frederic March, con un poder mediático
sobre la población de dicha zona y el cual domina el tema religioso del cual se
vale para sacar partido.
Veremos la evolución de este personaje en la historia, donde se va
auto destruyendo sin dar el brazo a torcer. Gene Kelly quizás no haga ni un
solo baile, ni falta que le hace, pero nos dejará un personaje muy creíble en
cuanto a la realidad se le supone y digno de recordar por años.
Dick York, actor más conocido por la serie de TV “Embrujada”, será
quien se siente en el banquillo de los acusados por defender la enseñanza
libre.
"La herencia del viento" es una película que sigue
siendo apreciable a pesar del paso del tiempo. Las soberbias actuaciones, los
ingeniosos diálogos y la magnífica fotografía en blanco y negro la mantienen
con jovialidad.
La película muestra respeto por el espíritu mismo de las
enseñanzas de la Biblia.
Pero sobretodo queda como una de las muestras de hasta qué punto
algunos aspectos de la humanidad siguen siendo polémicos según la cultura en la
que te encuentres ubicado.
0 comentarios:
Publicar un comentario