En una estación experimental de
Uno de las películas más famosas del director John Carpente, y uno de los títulos imprescindibles tanto del género de terror
como del de la ciencia ficción. "La cosa" es un festival de
entretenimiento y horror gracias a una dirección con pulso pleno y unos efectos
especiales impresionantes que a día de hoy dan mil vueltas a los digitales.
Carpenter acierta de pleno con esta revisión entre gore y filosófica de "El enigma de otro mundo (1951)", y explota sin rubor nuestros miedos más profundos: el terror hacia lo diferente, el miedo a la mutilación, la paranoia de no saber si el que tenemos delante es una persona normal o una masa de tentáculos.
Emplea un estilo seco,
conciso, sin apenas relajo ni humor, pero que se agradece: va a lo que
interesa.
Y redondea la apuesta optando por un final que ya no es ambiguo sino simplemente desolador.
A lo largo de la historia,
la cosa muta a los diferentes cuerpos que habita y adopta su apariencia,
transformándolo en un ser maligno y a su vez se propaga a otros cuerpos.
El no saber quién esta infectado será una lucha constante por salvar sus vidas, provocando desconfianza y paranoia entre ellos y por consiguiente, no dejándonos ni un segundo de respiro durante el film.
La historia nunca decae, a pesar de que ese ente aparece en contadas ocasiones, el director sabe como dosificarlas y cómo conforme van informándose más sobre ella, ir aumentando la tensión consiguiendo un desarrollo atractivo y progresivo.
El no saber quién esta infectado será una lucha constante por salvar sus vidas, provocando desconfianza y paranoia entre ellos y por consiguiente, no dejándonos ni un segundo de respiro durante el film.
La historia nunca decae, a pesar de que ese ente aparece en contadas ocasiones, el director sabe como dosificarlas y cómo conforme van informándose más sobre ella, ir aumentando la tensión consiguiendo un desarrollo atractivo y progresivo.
En cuanto al reparto, vemos
al actor Kurt Russell, con la mirada más fría de lo habitual y defendiendo uno
de los mejores personajes que ha hecho en su carrera. También destacamos a
Wilford Brimley como el inquietante Dr. Blair.
Los ya veteranos Richard Dysart y, sobre todo, Donald Moffat, son de aprobado raspadillo, en cuanto a su actuación.
Los ya veteranos Richard Dysart y, sobre todo, Donald Moffat, son de aprobado raspadillo, en cuanto a su actuación.
Una vez más la ciencia
ficción sirve para hablar de una realidad: El miedo hacia lo que no vemos, pero
que sabemos que está ahí y amenaza nuestras vidas (las enfermedades y los
virus).
La película de 1982 coincidió con la época de la paranoia y la salida a la luz de la enfermedad del SIDA, no siendo pocos los críticos, que vincularon a la inclasificable criatura alienígena, con la enfermedad más virulenta del siglo XX.
La película de 1982 coincidió con la época de la paranoia y la salida a la luz de la enfermedad del SIDA, no siendo pocos los críticos, que vincularon a la inclasificable criatura alienígena, con la enfermedad más virulenta del siglo XX.
Tal vez por ello, el film no
fue debidamente apreciado en su época, pero el tiempo le dio la razón para
erigirse como una de las mejores películas de 'Carpenter' que tendría una
maravillosa acogida en los videoclubs y en sus exitosas reposiciones
televisivas.
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