Con la tecnología de Blogger.
RSS

Un dia de furia (1993): Un mal día lo tiene cualquiera



En Los Ángeles, durante una jornada especialmente agobiante a causa del calor y del colapso del tráfico, de repente, un ciudadano normal se rebela de manera violenta y destructiva contra todo lo que lo rodea.

Bill Foster (Michael Douglas) no es más que un hombre corriente que supera como puede las frustraciones de cada día y que lo único que quiere es regresar a casa.

Profunda y dura crítica al "sueño americano" por dejar al descubierto su parte más amarga y oscura: la de aquellos que fracasan en el intento por alcanzarlo y van comprobando irremediablemente como sus vidas (y hasta su salud mental) se van derrumbando, hasta quedarse como parias en tierra de nadie, como proscritos en el limbo de los apestados del sistema.

Honestamente no esperaba tanto de esta película, pero tiene algo que no sé que es, tal vez esa necesidad que de pronto tenemos, de hacer la justicia por propia mano.

Se nos reflejan las consecuencias de las vidas estresantes hasta la pérdida del control, contada con total sarcasmo, con un estilo tan surrealista que impresiona, llegando a ser una película obscena, explícita y patológica.

Michael Douglas, un actor que no despierta mi devoción, precisamente, aquí hace uno de sus mejores papeles metiéndose en la piel de un inadaptado social con problemas laborales, familiares y, sobre todo, de identidad y autoestima.

Existe un placer secreto en que otra persona canalice todas las frustraciones de la sociedad. Muchos cómicos lo hacen. En la película esto se lleva al extremo, para un mayor impacto dramático. 

El protagonista no es un sociópata, pero ha cruzado la línea, y se ha situado al margen de cualquier autoridad o norma de convivencia.

Obviamente no es un ejemplo a seguir, y ese es el mensaje de la película, pero todos nos hacemos cómplices suyos, pues nos identificamos con las cosas que le pasan en la vida diaria y estresante de las grandes ciudades.

En el otro extremo, un Robert Duvall igualmente afortunado, da vida a un veterano sargento de policía en las horas previas al retiro, cuya vida marital tampoco puede decirse que sea modélica.


No es una obra maestra, pero si que al menos permite reflexionar sobre ciertas injusticias que existen en la sociedad actual y que admitimos como "corderitos". 

La película se deja ver pero tiene un final demasiado esperado que te deja la idea final de que siempre continuarán todas las cosas como están y los que se revelan contra el sistema, no tienen nada que hacer pues ni el sistema ni los ciudadanos que lo componemos, vamos a apoyarles.





  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario