Thelma Dickinson, un ama de casa de vida vacía y anodina, está casada con un cretino detestable que la trata como a una niña. Por su parte, Louise Sawyer trabaja como camarera en una cafetería y sueña con que su novio Jimmy, que es músico, se case con ella.
Un fin de semana
deciden hacer un viaje juntas en el coche de Louise, para alejarse de la mortal
rutina de sus vidas y de todas sus frustraciones.
Sin embargo, su escapada, que prometía
ser divertida y, sobre todo, liberadora, acaba siendo una experiencia llena de
episodios dramáticos.
No es sin duda el mejor trabajo de
Ridley Scott, pero aún así resulta interesante, si se consigue interpretar de
modo correcto. La historia de Thelma y Louise parece representar la de dos
mujeres atrapadas en una vida sin sentido, aburrida y dominada por los hombres,
que ni las valoran, ni las respetan.
Deciden hacer unas vacaciones pero que, por sucesos de la vida, acaban convirtiéndose en toda una aventura que les sirve de liberación.
Deciden hacer unas vacaciones pero que, por sucesos de la vida, acaban convirtiéndose en toda una aventura que les sirve de liberación.
La película ha sido catalogada de tener
un alto contenido feminista y desde luego que lo tiene, pero en el imaginario
universal bien sea de un hombre o mujer, ha pasado por la mente hacer algo como
estas dos señoritas.
Hay que saber hacerlo muy bien para que una historia como esta, logre lo que finalmente logra, que es identificar al espectador con Thelma y Louise.
Hay que saber hacerlo muy bien para que una historia como esta, logre lo que finalmente logra, que es identificar al espectador con Thelma y Louise.
Thelma y Louise han llevado o llevan
unas vidas tan patéticas, que es imposible no sentir pena por ellas y terminar
comprendiendo sus actos cada vez más audaces y delictivos.
El guión nunca juzga a los personajes,
y aunque tampoco alaba su descenso a los infiernos, sí aplaude su coraje
femenino, y los presenta como víctimas arrastradas por la circunstancias, hacia
una espiral de delincuencia, y con problemas que crecen solos a cada paso,
hagan ellas lo que hagan.
Y por supuesto, es mérito de las dos
actrices protagonistas de Scott. Geena Davis borda la debilidad emocional y la
indecisión constante de Thelma, y hace perfectamente creíble su transformación
a lo largo de la película.
Al final ya casi no parece ni la misma
actriz, y eso es decir mucho. Susan Sarandon, por su parte, es toda fuerza en
la piel de Louise, pero también es fragilidad y trauma por un pasado oscuro, y
todo ello lo expresa la actriz con esos ojos que tiene; y que
valen por sí solos todos los premios del mundo.
Ridley Scott pone en escena todos los sueños, frustraciones, picardías y anhelos del ser humano de una forma legendaria. Todo ello, a medida que la carretera abre camino a las dos protagonistas, en un viaje hacia la libertad y la catársis personal.
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