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Paris Je T’aime (2006): Siempre nos quedará París



Paris con su Torre Eiffell, sus Campos Elíseos, su Museo del L' Ouvre, su barrio latino, etc, se la considera la ciudad del amor por excelencia. Por eso, hacer una película en la que confluyan una serie de historias relacionadas con las distintas fases del amor parece una muy buena idea.

Tratar varias historias que nos demuestran distintas situaciones de amor en París, sin caer demasiado en la cursilería, las frases hechas y las escenas "edulcoradas", se agradece y mucho. 

Me dispuse a verla pensando que serían varias historias que se entrecruzarían al final; aunque la realidad es que son 18 cortos de directores de cine diferentes y algunos actores bastante conocidos.
Algunos de los directores consagrados que participan son: Isabel Coixet, Wes Craven, Joel y Ethan Coen, Alfonso Cuarón o Gus Van Sant.

El denominador común en cada una de las historias es el lazo amoroso en todas sus fases y en todas sus formas. Hay historias de amor madre-hijo, padre-hija, el interracial, el homosexual, el amor perdido, el platónico, el romántico, el pasional, el obsesivo, el reenamoramiento, etc.

Incluso los cortos menos convincentes, pintan algo bonito (aunque no conmovedor) que merece ser destacado: miradas, bocas entreabiertas, paisajes, encuentros...

Sin embargo, hay otros cortometrajes que alcanzan hasta la etiqueta de "Obra maestra", de inolvidables. 

Actuaciones fantásticas de quiénes las esperábamos, otras bonitas y ninguna lo suficientemente mala. La música es una acompañante de lujo, como así también la fotografía.

Parece ya una norma establecida que en todas las películas estructuradas en pequeños sketches haya una irregularidad manifiesta, y el film que nos ocupa no supone una excepción a dicha regla. Quizás si en lugar de primar la cantidad se hubieran reducido el número de sketches, y con ello el demasiado dilatado metraje, hubiéramos asistido a un gran film.

Realmente en tan poco tiempo no hay demasiado lugar para implicarse en las historias, ni por parte de los directores ni por parte de los actores en sus personajes ni el espectador en la película. Paso a comentar brevemente los que más me han gustado:

“Tuileries” (Joel y Ethan Coen) Dos amantes sicóticos la toman con un pobre turista ingles en una estación del metro.

“Place de Victoires” (Nobuhiro Suwa) Una madre que ha perdido a su hijo, tiene una oportunidad de poder darle un ultimo abrazo.




“Quartier de la Madeleine” (Vincenzo Natali) Un joven es atacado por una vampiresa en las oscuras calles de París y el amor que surgirá entre ellos.

“Faubourg Saint-Denis” (Tom Tykwer) Cuenta la historia de amor entre un muchacho ciego y una actriz teatral, relación que esta a punto de romperse.

“Bastille” (Isabel Coixet) Un hombre que esta a punto de dejar a su mujer por otra chica mas joven.

“Montparnasse” (Alexander Payne) La historia de una mujer que ha ido a la ciudad para practicar su francés, y como una vez allí, surge su amor por París.

“Parc Monceau” (Alfonso Cuarón) Llega un hombre a la ciudad para encontrarse con una chica, pero ella siente un amor incondicional por otra persona.

“Place des Fêtes” (Oliver Schmitz) Que habría pasado si en un determinado momento se hubiese tomado una decisión distinta.
La originalidad del proyecto hace despertar la curiosidad, y aunque el film es bastante irregular (con excelentes cortos alternados con otros algo más mediocres), cumple con las expectativas creadas.

Desde personas con la más grande de las soledades hasta personas con la más grande de las penas encuentran en París un soplo de aire fresco, una intimidad cercana y extraña.

Y es que quizás París no sólo sea un escenario, sino una caja de metal con millones de anécdotas, lugares secretos y caras conocidas. No podría ser de otra forma, como muestra esta película.





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1 comentarios:

Juan Roures dijo...

Para mí lo malo de esta película es que no da sensación de conjunto. Como dices, hay algunas obras maestras, pero también mucha paja y poca conexión. Eso sí, París está preciosa. Saludos.

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