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Million Dollar Baby (2004): El Boxeo como metáfora de la Vida



No es la mejor película de este género deportivo pero si es notable.
Aunque la metáfora del boxeo haya sido muy utilizada ya con fines similares en otras películas. Su poder, para mí, es la manera particular en que se va desarrollando cada escena o situación, siempre llena de interés y calidad en la dirección

La historia se centra en tres personajes: Frankie Dunn (Clint Eastwood), un modesto entrenador de boxeo, Scrap (Morgan Freeman) el encargado del gimnasio de Frankie y que hace las veces de narrador "en off" de la historia.

Finalmente tenemos a Maggie (Hillary Swank), una joven boxeadora que aspira a triunfar en el deporte. 

Este viejo entrenador de boxeo, triste y solitario;  encontrará, después de cierto recelos, en esta joven y tenaz boxeadora, Maggie, a una especie de alter hija a quién ayudará en su objetivo de triunfar en el ring.

No hay que equivocarse. El boxeo es sólo la excusa temática (tan buena como cualquier otra) para mostrarnos el gran combate. El único y definitivo: el combate de la vida.

Lo sabemos perdido desde el primer instante, sí, pero ello no impide que, de todas formas, soñemos con ganarlo. ¿Por qué?; porque resistir es ganar y la victoria está en el camino.

Como se repite en la película, protégete en todo momento, y quizás puedas esquivar los golpes, algunos golpes. 

Si eres bueno, o tienes suerte, saldrás mejor parado que otros. Si no, puede que pienses en tirar la toalla. Tú, y sólo tú, decides.

Clint Eastwood nunca lo consideré un gran actor, aunque aquí hace su mejor trabajo representando a un promotor fracasado, con las ideas bien claras en este mundillo pero no en las cosas importantes de la vida; y tendrá que tomar la decisión más importante de su vida.

Hilary Swank es una gran actriz, y aquí se come la pantalla, en su cara se puede ver la ilusión y también la desilusión más grande, parece una niña grande en busca de un gran sueño.
Lo que hace de su papel un papelón, es mostrar el lado más humano de una persona; y puedo asegurar, pocas veces he visto una actuación tan natural y sencilla en años, y eso es muy complicado.

Y terminando, está Morgan Freeman, que aquí le toca hacer del secundario con más peso de la película y quedaros con su mirada, eso vale un Oscar demasiado merecido.

Si tuviese que ponerle alguna pega, sería por los personajes secundarios, por su poco peso en la trama y por lo estereotipados (la forma de ser de la familia de la protagonista), que acaban resultando.

Hay películas que visionas para divertirte, evadirte, otras que se ven pensar, las hay que se ven para admirar al director, actores.....

Bien, pues “Million Dollar Baby” es una de esas pocas películas que se ven para poder reconciliarte con la propia vida, un flujo de emociones y poesía amarga, en forma de fotogramas que te dejan K.O.







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