Con la tecnología de Blogger.
RSS

Cuando el Destino Nos Alcance (1974): Una verdad incómoda y real


El cine de ciencia ficción de los años 70 nos ofrecía visiones bien diferentes y muy pesimistas, del futuro de las sociedades actuales de consumo; analizando las fatales consecuencias del desmesurado crecimiento demográfico, la escasez y explotación de recursos alimenticios y materias primas y de los combustibles fósiles.

Rodada sin excesivos medios, “Cuando el Destino nos Alcance” (Soylent Green en su título original), es la adaptación de la novela “Make Room! Make Room!”.

Para el año 2022 la ciudad de New York tiene un serio problema de sobrepoblación con 40 millones de habitantes, por tal motivo no hay empleos, no hay vivienda y lo peor de todo, no hay comida.

El corrupto gobierno de la ciudad se inventa unas tabletas sintéticas para alimentar a la población llamadas “soylent green”.


Debido a la crisis, ha habido ciertos cambios en la sociedad. Las prostitutas son damas de compañía que vienen incluidas con las viviendas de la gente adinerada y la eutanasia es asistida por el gobierno, como la solución más natural a tus problemas.

El filme sigue la línea del thriller futurista, donde se sigue la investigación del agente de policía de dudosa moralidad Thor (Charlton Heston), sobre un caso de asesinato a un alto funcionario de la única compañía distribuidora de comida para toda la población.

Además, es la que controla secretamente todo el sistema político de la ciudad.
Este asesinato, a medida que avanza la historia, podría resultar esclarecedor sobre la realidad que envuelve a la sociedad; con el agregado especial del desenlace sorpresa.

En este caso y para mi gusto, si no fuera por que es relativamente fácil verlo venir, tendría el mismo impacto que el de, por ejemplo, "El Planeta de los Simios".


Es una película con bastantes defectos y errores narrativos; algunos de ellos, propios de la serie "b" del cine de los años 70; que hacen que el ritmo por momentos se haga algo pesado. Aunque por otro lado, esa magia “retro” es irrepetible, por mucho dinero que se quiera invertir en el cine actual para conseguirla.

Además, cuenta con algunas escenas muy memorables que, posiblemente, sean las que la han hecho famosa. Casi todas ellas, por cortesía de ese monstruo de la actuación que atiende al nombre de Edward G. Robinson (aquí, interpretando a Sol, el amigo y ayudante de Thor).

Aquí, el famoso intérprete (recordado principalmente por sus papeles de villano en películas de gangsters de los años 30 y 40), llena la pantalla con un personaje tan apocalíptico y maltrecho, como debía de sentirse en la vida real.

Atención a la escena final de su personaje, una de las más emotivas despedidas, que haya podido dar el cine a un personaje de ficción. Tal vez incluso premonitoria, ya que el actor falleció a los pocos días de rodarla.

Charlton Heston ejecuta un buen trabajo en cumplir con sus clichés masculinos que tanta fama le han otorgado, y que le han llevado a ser tan amante de las armas. Pero, a día de hoy, es una interpretación estereotipada y escasa de contemporaneidad.


No es una obra maestra porque el comienzo es bastante flojo y la idea daba para mucho más y haber estado mejor resuelta; pero si se es capaz de hacer un pequeño esfuerzo inicial, al final se nos recompensa.

En resumen, es su mensaje desesperanzador lo que mantiene vigente a esta película, que gana a medida que avanza.

Lamentablemente, es una película que habla elocuentemente de un futuro que podría ser real o parecido, ya que la gente no hace nada por cambiar, como se dice en la película.

¿Quién sabe si aún no es demasiado tarde para cambiar un más que probable futuro para la humanidad, como es el que se nos presenta aquí?.


  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario