Con la tecnología de Blogger.
RSS

Crimen Perfecto (1954): La perfección no existe


Nuevamente, Alfred  Hitchcock vuelve a insistir con el lado perverso del ser humano como temática. El kid de la cuestión no pasa por una cinta de suspense sobre la identificación del asesino, sino en cómo se traman artimañas para llevar a cabo un delito.

Toda la atmósfera del filme está plagada de maldad y perspicacia. Un clima opresivo, donde siempre el malo de la película parece tener las de ganar y estar un paso delante de los demás.

Tony (Ray Milland) es un tipo que vive de su esposa, pensando solamente en él y en el deporte que practica. 

Un buen día su esposa (Grace Kelly) se cansa de su desamor y se consigue un amante (Robert Cummings).

A sabiendas de la infidelidad de su mujer Margot, pretende apoderarse de la herencia, por lo que planea el crimen perfecto. 

Para ello chantajea a un ex condiscípulo para que asesine a su mujer, pero cuando todo parece salir como quiere Margot en defensa propia le quita la vida.
Ahora comienza una lucha en la que Tony intenta hacer ver a la policía que fue un asesinato.

La cinta funciona especialmente, porque se nos plantea un asesinato desde el punto de vista de cómo se va a realizar. 

Gusta la inteligencia, la sangre fría, el cálculo del marido; de hecho, su plan es excelente.
Sin embargo una cosa es planear el crimen perfecto y la otra es llevarlo a la práctica. Y entonces pueden surgir imprevistos de todo tipo.

Quizás la clave de lo atractivo de la cinta, está en el esfuerzo intelectual para plantear todos los detalles de la investigación, las pistas y cabos sueltos que los investigadores van siguiendo, junto al espectador, para poder resolver el crimen.

Con respecto a los actores, Ray Millan interpreta convincentemente el papel de hombre calculador, manipulador, tremendamente ágil de mente y ambicioso.

El director conseguirá incluso, que empaticemos con él, a pesar de ser culpable. 

La actriz rubia favorita de Alfred Hitchcock, Grace Kelly, está deslumbrante y encantadora en su papel de esposa ingenua.

No es de las obras más recordadas de su director y es posible que hoy haya perdido parte de su atractivo. Además, cuando se ha visto varias veces, la historia puede perder fuerza e interés; haciendo que el espectador no se sienta tan enganchado, como la primera vez.

Sin embargo, pocas películas presentan todo un alarde de ingenio como ésta. Todo un rompecabezas que encima, tiene la delicadeza de explicártelo, por si el espectador no se ha enterado de algún detalle.

Conviene no adelantar pista alguna, que desvele el más mínimo resultado. Por lo que sólo puedo decir, que hay que verla.


 

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario